El objetivo principal de las Residencias de Mensajeros
es ofrecer una "atención integral óptima a los Residentes", que libremente han elegido su ingreso en el Centro. La alimentación y
satisfacción de todas las necesidades primarias de los residentes, garantizándoles la atención permanente, la vigilancia, y los
cuidados del estado de salud, higiene, terapias ocupacionales, animación socio-cultural, etc., que repercuten en su calidad de vida.
Para el logro de este objetivo se ponen a disposición de los Residentes todos los medios humanos, materiales y técnicos que se
juzguen necesarios. Se deberá atender a los residentes con las máximas garantías de respeto y dignidad debidas a toda persona mayor,
manteniendo en la medida de lo posible su autonomía personal, y procurando que alcancen el mayor grado posible de calidad de vida y bienestar, en
un clima de hogar familiar.
Asimismo se puede decir que:
La Asociación "Edad Dorada Mensajeros de la Paz Asturias" trata, en definitiva, de ofrecer una solución personal a la problemática
social y humana de nuestras Personas Mayores, creando residencias en las que se evita la masificación que genera despersonalización y que
aumenta el sentimiento de negatividad y frustración vital. A cambio ofrecen un clima familiar, dinámico, compresivo, alegre e inserto en la
vida diaria de la ciudad donde viven, sueñan, trabajan y se divierten todas las personas.
La Asociación "Edad Dorada Mensajeros de la Paz Asturias", sólo intenta colaborar y aplicar, el modo que creemos más oportuno, las
orientaciones de la O.M.S cuando indica que "El ideal para las personas mayores sería que pudieran permanecer en la sociedad tanto tiempo como les
fuera posible", así como las orientaciones actuales de la Dirección General de Bienestar Social, encaminadas a lograr esta misma
integración social del anciano, sin descuidar por ello la atención de sus necesidades.
La Asociación "Edad Dorada Mensajeros de la Paz Asturias" espera, con estas Residencias, aportar su granito de arena en la construcción de
una sociedad más amplia donde todos tengan cabida y, como muestra de gratitud a nuestros mayores, que nos dieron la vida y que dedicaron las suyas,
entre otros nobles objetivos, a nuestra realización social y personal.